jueves, 23 de agosto de 2007

Viajar a Andorra

Aun ajustando al máximo los gastos, cocinando uno mismo y acampando al aire libre, todo viajero debe prepararse para gastar al día un mínimo de entre 10 y 15 dólares, cantidad que será difícil de mantener durante mucho tiempo.

Un presupuesto más realista, que incluya el alojamiento en un hostal, diversos ágapes en restaurantes y una excursión periódica a las pistas de esquí, supondrá un coste diario de entre 40 y 70 dólares. Pero si se pretende viajar a Andorra con todo tipo de comodidades, se puede llegar a gastar tanto como en París o en Barcelona: 100 dólares por jornada serán suficientes para empezar.


Andorra no cuenta con una moneda propia, por lo que puede pagarse en la divisa que se desee. La mayoría de establecimientos fijan sus precios en euros, pero muchos de ellos también aceptan francos franceses; hay que tener en cuenta que pocas veces el tipo de cambio del franco en comercios y restaurantes será favorable al viajero. Existe un cargo por servicio que se incluye en la mayoría de las facturas, pero es habitual dejar una propina del 10 por ciento a porteros y camareros.

Andorra disfruta de un régimen de bajos impuestos que ha propiciado la llegada masiva de viajeros atraídos por los buenos precios de aparatos electrónicos, cámaras fotográficas y bebidas alcohólicas. Aunque en la actualidad el coste de los productos ya no justifica un viaje hasta el país pirenaico, todavía pueden encontrarse algunos artículos un 30 por ciento más económicos que en España o Francia.

La temporada de esquí suele empezar en diciembre y prolongarse hasta marzo, aunque muchas estaciones contribuyen a alargarla durante la primavera con nieve artificial. La época para el excursionismo se desarrolla entre las últimas nieves hasta octubre. Las fiestas de las poblaciones andorranas se celebran entre julio y septiembre, y la máxima actividad hotelera se concentra julio y agosto y de diciembre a marzo.


En las fiestas locales, las ciudades y aldeas andorranas manifiestan sus raíces y tradiciones más ancestrales; suelen organizarse entre julio y septiembre, y en ellas sus habitantes se reúnen para disfrutar de la música, el baile, el vino y la comida. En Andorra la Vella, la fiesta, que comienza el primer sábado de agosto, se desarrolla durante tres días. La Mare de Déu de Meritxell, la festividad nacional en honor a la Virgen María, se celebra el 8 de septiembre con una peregrinación a Meritxell, 7 km al noreste de la capital. En Andorra, también tienen lugar diversos festivales internacionales de música de gran importancia como el Festival Internacional de Jazz de Escaldes-Engordany, en el mes de julio, o el Festival Internacional de Música de Ordino, en septiembre.

No hay comentarios: