jueves, 23 de agosto de 2007

Viajar a Alemania

Si bien es fácil gastar mucho dinero en Alemania, también es posible desembolsar menos de 40 euros al día si se viaja en tren con un abono y la alimentación se basa en comida barata para llevar o en cocinar uno mismo; sin embargo, aquellos que prefieran comer en restaurantes con asiduidad, viajar libremente con transporte público y alojarse en hoteles de categoría media-alta, tendrán que contar con al menos 100 euros diarios.


A pesar de ser reconocidas ampliamente, las tarjetas de crédito sólo se aceptan con seguridad en hoteles importantes, gasolineras y grandes almacenes; es preferible no dar por sentado que los restaurantes las admitirán. En Alemania, abundan los cajeros automáticos, y resulta sencillo acceder a la propia cuenta de ahorro o de crédito. La moneda extranjera se canjea en los bancos y, en las grandes ciudades, en oficinas de cambio habilitadas para este efecto.
En general no se esperan ni se dan propinas, aunque un cliente puede gratificar un servicio excelente.

Se recomienda ir bien equipado a pesar de la época del año en que se viaje, dado que en Alemania el tiempo es muy variable. El mejor período para visitar el país coincide con la máxima afluencia turística, entre mayo y octubre (excepto para los esquiadores). Durante el resto del año desciende el turismo y Alemania puede sorprender con un clima de lo más agradable. No existe una temporada de lluvias específica.

En Alemania las festividades agrupan desde las fiestas paganas de la cosecha hasta las galas de ópera de etiqueta. En todo el país se suceden festivales de invierno, y las grandes ciudades como Colonia, Munich y Maguncia explotan en Carnaval justo antes del Miércoles de Ceniza.

La rica herencia musical alemana se exhibe en una plétora de festivales. Algunas poblaciones se centran en un compositor particular, como el Festival de Bach en Turingia, que se celebra en marzo, o el Festival de Richard Wagner en Bayreuth, a lo largo del mes de julio; otros espectáculos se basan en temáticas concretas. Los festivales de jazz de Francfort (abril), Stuttgart (abril) y Berlín (noviembre) son muy populares.

El otoño es una magnífica temporada para la algarabía de las cosechas, especialmente en Renania, donde el Rin en Llamas ofrece barcazas cargadas de fuegos artificiales. También destaca la Oktoberfest, la gran fiesta anual de la cerveza de Munich, aunque se trata más de un acontecimiento turístico que de un ejemplo representativo de la cultura alemana. En casi todos los pueblos de Baviera se celebran fiestas dedicadas a la cerveza, todas ellas mucho más originales que la Oktoberfest. Las familias alemanas celebran con intensidad la Navidad, con mayor profusión en Lübeck, Munich, Berlín, Nuremberg, Münster, Essen y Heidelberg.

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